miércoles, 30 de junio de 2010

BURIAL. Untrue. Grabado supuestamente en 2007

Resulta realmente difícil hacer una reseña acerca de un disco tan profunda y dolorosamente misterioso como es este Untrue de el no menos misterioso Burial, nombre tras el cual se esconde una especie de geniecillo de las mezclas llamado William Bevan.
En términos generales estamos ante un disco de algo muy similar al trance pero enmarcado de una forma tan extraña que se aleja de cualquier catalogación posible.
En ocasiones las voces que aparecen parecen psicofonías extraídas de cualquiera de esos programas de misterio que están tan de moda, dándole al conjunto total un aura ciertamente inquietante que acaba muriendo en la sosegada calma que produce su escucha. Porque, aunque se trata de un disco complejísimo y difícil, la sencillez parece que está siempre presente aunque esté ausente.Y no es una forma economica de reducir la complejidad malsana que aguarda bajo el umbral de la portada. Simplemente estamos ante la posibilidad de una música sencilla y necesariamente trascendente. Una isla aguardando en mitad del mar de las dudas, un descuido del Dios encargado de la desfachatez. Es díficil mostrar en negro sobre blanco lo que en particular resulta solo audible, solo sensorial.
Los conceptos de lo que debería ser un disco se quedan cortos para el bizarro e inquietante viaje que aguarda al oyente de UNTRUE, entre otras cosas, porque lo que pertenece al infinito solo puede ser entendido bajo el aura de la eternidad. Los parámetros no son exactos y estamos en un mundo construido con las matemáticas...
Cualquier cosa que diga de ahora en adelante puede ser interpretado como pura propaganda, los fantasmas me han vencido, la verdad sobre el otro mundo se asoma... y se oculta.

miércoles, 21 de abril de 2010

PRODIGY. The Fat Of The Land (Grabado entre 1996 Y 1997)

Librarse del espantajo del prejuicio resulta complicado cuando se trata de la música electrónica o de baile. Casi siempre este estilo se ha asociado al chumba-chumba más primario, a ese escenario de cubateo y caspa donde las pringosas pistas de baile se llenan de espíritus alterados artificialmente. La mayoría de las veces la asociación es acertada. Sin embargo, como si unos valerosos galos rodeados de romanos se tratara, en las entrañas de Londres un pequeño grupo de irreductibles neo punks dieron con una fórmula irresistible que cambió el panorama de los clubs nocturnos para siempre. The Prodigy consiguió con The Fat Of The Land encontrar un sonido que era sencillamente el apropiado para su época. A un suspiro del nuevo milenio estos ingleses añadieron un punto de agresividad y actitud contestaria que no tenía precedentes en lo que se suponía un estilo en el primaban lo sencillo y lo vacuo. El fuego se extendió y poco a poco todas y cada una de las pistas del mundo en las que sonaba música electrónica abrazaron al pirómano. El resto como suele decirse es historia. Resulta misterioso y a la vez fascinante comprobar cómo en discos anteriores la fórmula había sido risoria y en los posteriores inexacta. Este que nos ocupa está en su punto justo de maduración, contiene los hits necesarios y la urgencia que solo podía ser entendida en su época. A la esencia misma del nightclubbing le salió un hijo tan rebelde y tan aseado, que hoy día puede seguir pidiendo cubatas en cualquier tugurio con dj residente y seguir pareciendo un chaval de veinte años con un montón de cerillas en los bolsillos.

miércoles, 14 de abril de 2010

ALI FARKA TOURÉ Y RY COODER. Talking Timbuktu. (Grabado en 1993)

Resulta algo realmente extraño estar escuchando un disco del que no puedes sacar ni una palabra, ni un solo siginicado traducible a tu propio idioma y, sin embargo, saber perfectamente por donde van los tiros.
Lo recomendable en cualquier caso es disponer de toda la información para poder juzgar, pero en algunas ocasiones la piel de gallina es la muestra evidente de que las traducciones sobran. El punto de partida para que esto ocurra es la humildad desarmante. Ry Cooder, un as de la guitarra como quedan pocos, destapa las esencias y rasguea su guitarra con pinceladas que adornan y completan. Touré hace lo que sabe y desde donde sabe. Como base la coherencia, la honestidad y la simpleza de sus dedos campesinos que rasgan esos extraños instrumentos de cuerda que parecen guitarras y quizá lo sean. Se experimenta, se comparte, se prueba y después se descarta. Y cuando nos queramos dar cuenta estaremos escuchando a un genio del blues afincado en el Delta del Mississippi acompañado de su banda ¿Será verdad entonces la leyenda? ¿Todo proviene de Africa? Es posible. Pero por el camino se han perdido esencias, se han prostituido razones y se han olvidado actitudes. La música que hicieron estos dos hombres en este disco es una muestra de que la verdad universal existe.En un viaje casi sideral, se nos aparecen las calles de la patria chica de Touré, el verdadero corazón latente de unas gentes que despliegan felicidad cuando hay hambre y que son capaces de dar sin tener. Los lenguajes se reducen a cenizas y a uno se le pasa el tiempo imaginando lo que debe ser mirar a los ojos de un desconocido que no comparte contigo ni la raza y estar en plena sintonía con él. Más que otra cosa TALKING TIMBUKTU es una buena prueba de todo aquello que podemos conseguir como personas si nos acercamos a los otros con humildad. Ry Cooder y el malogrado Ali Farka lo dejaron claro; aquí no hay nadie mejor que nadie.

HANK III. Straight To Hell. (Grabado entre Diciembre de 2004 y Enero de 2005)


Hank III es el nieto outsider de Hank Williams. Si consideramos que Hank Williams ya estaba de por sí lo suficientemente descarriado como para morir a la edad de treinta años la cosa se pone peliaguda.
Pero vayamos por partes y primero presentemos al abuelo antes de llegar al nieto. Hank Williams(el abuelo) fué un músico de country pionero en lo que a popularidad se refiere llegando a convertirse en una auténtica leyenda a muy temprana edad. Al morir su padre Hank Williams II(hijo de H.W.I) se convirtió en un músico mucho más dotado que su antecesor pero menos capacitado para llegar a la gente. Si bien se hizo respetar en el correoso y siempre exigente mundo del country nunca llegó ni de lejos a las cotas alcanzadas por su progenitor. En esas apareció Hank Williams III(nieto de H.W.I y personaje que nos ocupa) un fulano difícil de encasillar pero que sin lugar a dudas representa como nadie la rebeldía en estado puro. Peleado de por vida con su compañía discográfica por introducir temáticas y lenguaje explicitos en sus canciones, se ha dedicado durante años a mostrar con pelos y señales todo lo peor que uno puede encontrarse en Estados Unidos. Para la comunidad del cinturón de la Biblia la aparición de Hank III fué como tener al enemigo en casa. Nunca antes un sureño había utilizado tanta mierda arrojadiza, nunca antes se había escuchado un disco ajeno al rap que fuera tan explícito y tan polémico. Nunca antes un disco de country había tenido la pegatina de aviso parental en su portada.
Las letras de Williams hablan de drogas y sexo, hablan de lo podrido que está todo, de emborracharse, de paletos que quieren tirarse a una cabra y maravillas por el estilo. Pero en el subtexto vemos la marca de todo aquello que ha sido leyenda y pierde su brillo y se vuelve amarillento. Vemos lejanamente la sombra de su abuelo, un borracho histórico, un hombre de campo que no supo encajar la fama. Un malnacido de bar que pega manotazos en los culos de las camareras, que escupe, que gruñe y que cuando muere va derechito al infierno.

miércoles, 17 de marzo de 2010

DAVID BOWIE. Aladdin Sane.(Grabado entre 1973 y 1974)

Raro como un perro verde, extrañamente atraído por lo asexuado y temiblemente cambiante tanto en continentes como en contenidos, David Bowie era una bomba en los setenta. Encadenó en pocos años una serie de discos/milagro que abrieron ojos y oídos a partes iguales cambiando para siempre gustos e influencias, iconografía y estilo. A un paso de la era punk este artista, perfectamente encasillable entre los más flipados de la historia, se atrevía con el rock de guante blanco.
Bowie destacó siempre como un tipo demasiado independiente como para hacer caso de la moda o los esteriotipos mostrando un individualismo feroz que lo llevó a consolidarse como un estilo personificado. He aquí un ejemplo más.
Lo mejor de Aladdin Sane es el ambiente distendido y la crudeza rock que desprenden sus canciones. Las temáticas de sus letras son difíciles de descifrar pero, por encima de la barrera de esperpentos, brilla la preocupación por el futuro y la vida en las ciudades. Un personaje como este que siempre se nutrió de la respiración nocturna y la rebeldía juvenil no podía presentar cuatro cancioncillas de amor y esperar los pasmos del respetable. Para conseguir ser Bowie, hay que ser marciano y visceral, ser un pasota que mira de reojo la fama entre sorprendido y altivo. Ser Bowie, el Bowie de este disco, significa que eres conocedor de todos los registros y cada una de las antesalas que hicieron del rock la fotografía perfecta del siglo XX.

jueves, 18 de febrero de 2010

MARVIN GAYE. What`s Going On. (Grabado entre 1970 y 1971)

Cuando se habla de álbumes conceptuales enseguida pensamos en bastas obras a menudo demasiado hinchadas como para moverse con soltura. Pensamos casi sin darnos cuenta en rock progresivo o singularidades cercanas al art-rock.
Marvin Gaye fué un hombre diferente a los demás en muchos aspectos de su vida y de su muerte. Era como tantos y tantos otros un hombre torturado pero consciente de su talento.Una dulce voz de iglesia que hablaba en sus canciones de gozar con el sexo y de perpetrar sensualidades con el cuerpo.Algo así como la respuesta intelectual a James Brown.
Y sí, también acercó el álbum conceptual al pueblo llano y dotó a sus letras de un aire contemporáneo con referencias a la guerra de Vietnam o el abuso de la naturaleza por parte del hombre. Las canciones de este disco intimista y visceral parecen sacadas de un libro de experiencias, una especie de relato cercano a la santidad. Todo es calma, las conclusiones aunque hirientes, son claras. El dolor es grande, la espera larga. Pero por encima de todo este es el disco que ha dado más significado a denominación Soul. El alma del sonido Motown, la quintaesencia.
Y aunque se trate de una obra tan universal como los grandes discos de The Beatles también se notan las referencias a la vida personal de su creador, que sin duda alguna fué y seguirá siendo todo un abanico de caprichos mas propios de una opereta que de la realidad. Gaye fué un hombre infeliz por culpa de alguna de las decisiones que tomó en su vida. Una de esas peregrinas decisiones fué contraer matrimonio con la hermana del dueño de su casa de discos. Atado de por vida a la esclavitud profesional/matrimonial, buscó el consuelo en los excesos sexuales. Y esos excesos fueron el detonante para que el día antes de su cumpleaños su propio padre, que era pastor de una iglesia, lo asesinara de un disparo. Es muy probable que el señor Gaye, que dicho sea de paso jamás fué a la cárcel por aquel crimen, no viera con fuenos ojos que su hijo, tan cercano en la voz a un ángel, tuviera tanta facilidad para follar.
La vida en ocasiones nos ofrece estas cosas extrañas que dificilmente pueden explicarse, cosas que parecen sacadas de la novela de algún autor loco. La vida puede ser muy cabrona. Entre susurros Marvin nos lo cuenta.
¡Qué magnífica banda sonora para una vida tan perra¡

jueves, 19 de noviembre de 2009

BRIAN WILSON. Smile. (Grabado en 2004)

Este disco es un caso extraño porque fué publicado cerca de cuarenta años después de haber sido cumpuesto y grabado. Es más, fué regrabado en el año 2004 a partir de la obra original.
La explicación para semejante rareza no es sencilla. En un principio debió publicarse como álbum de The Beach Boys grupo en el que militaba Brian Wilson en 1967. El disco de 1966 de dicho grupo fué "Pet Sounds", una maravilla pop ensalzada por la crítica pero despreciada en aquel momento por el público. Cansados de sus extravagantes métodos de trabajo y sus alucinadas composiciones, los demás miembros del grupo (en su mayoría familiares) le dieron un ultimátum a Brian Wilson: o componía éxitos fáciles o se iba a la calle. Esta encrucijada acabó en una serie de dramas que derivaron en una grave enfermedad mental para Wilson y su posterior deserción del grupo. Por supuesto Smile jamás llegó a las tiendas como tal sino que se desgranó en diferentes discos y en versiones piratas. Durante años fué considerado el disco fantasma por excelencia, la piedra angular de la leyenda pop californiana.
Ya recuperado de sus problemas de salud, Wilson reclutó a una serie de músicos jóvenes con los que ya había tocado previamente y juntos grabaron de nuevo el disco completo tal y como lo habían concebido él y su letrista Van Dike Parks.
La leyenda estaba bien erigida pero era necesario que los cimientos no fueran otros que las mejores canciones pop jamás escritas. Y la verdad es que es muy probable que ése sea el soporte real del álbum.
Estructurado como si de una ópera se tratara, las canciones se suceden una tras otra en una suerte de armonía vocal sobreexpuesta y arreglos de orquesta. La obra magna, "una sinfonía adolescente para Dios" como la definió el propio Wilson, no era otra cosa que el dibujo febril y alucinado de un joven que escuchaba voces en su cabeza. Por suerte esta vez las voces no gritaban "Matalos a todos¡¡", esta vez las voces le dictaron a su víctima "Good Vibrations". Bendita locura.